viernes, 25 de mayo de 2007

LA NOCHE DE LOS MUERTOS VIVIENTES

GEORGE A. ROMERO, 1.968.



Hoy veremos los ingredientes que componen, no ya una simple obra maestra, sino nada menos que “una película de culto”, que es diferente.

En primer lugar, la ausencia de dinero (el presupuesto económico es prácticamente inexistente), se suple con personal polifacético que, además, dispone de tiempo libre, buenos amigos y parientes mañosos.

A falta de actores profesionales, a los que no se puede pagar, se pide el favor a la mujer de uno de los productores, a una maestra de escuela y a un camionero fornido. Ninguno de ellos tenía experiencia en cine, ni en teatro, ni en comedias estudiantiles, y ninguno de ellos volvió a hacer una película. Eso sí, el papel principal se ofrece a un verdadero actor, Duane Jones, un absoluto desconocido, que se embarca en este proyecto para debutar en el cine. (Tanto le gustó la experiencia, que no saldría del género, reduciéndose toda su filmografía a personajes relacionados con el mundo de los muertos vivientes y con el de las vampíricas criaturas de la noche).

También es éste el primer largometraje para el director. George Romero procede de la publicidad, y se aprovecha la coyuntura para hacerle fotógrafo, guionista y montador. Por su parte, los productores se convierten en actores de reparto, maquilladores y técnicos de sonido. No perciben salario, pero todos los miembros del equipo técnico y artístico (tíos, primos, amigos), obtienen la promesa de que “cobrarán si la cinta de no-vivos funciona en la taquilla”. Un aspecto al que no contribuye la distribuidora, la Continental, que invierte una cantidad de dinero irrisoria en darla a conocer.

El sirope de chocolate (la fotografía es en blanco y negro), las vísceras que se compran a un carnicero y el dólar con el que se remunera a los extras (son tan pocos, que da tiempo a familiarizarse con todos ellos) , hacen el resto. Y, lo que comienza por amor al arte, rodado en fines de semana y en días festivos, se revela como el referente de cientos de cineastas; la historia con la que muchos cinéfilos se enamoran del género.

Cierto es que la cinta contiene gazapos que dan para escribir un libro. El coche, sin llave en el contacto, que avanza por un camino para tomar tres curvas sin ningún tipo de problema, ¿no se bloquean los volantes en estas situaciones?. El mismo coche que termina su aventura pasando junto a un árbol –al que no roza- para declararse en siniestro total, o la sangre que brota en la espalda de un zombi al que se ha disparado de frente, sin que el impacto de la bala se aprecie en su pecho. Claro que, es probable que la “sangre de los zombis” (buen título para otra película) fluya de manera diferente.

Pero cierto es también que posee fotogramas memorables, escenas inolvidables que serán repetidas hasta la saciedad en el cine de terror de los años siguientes. El plano fijo que encuadra una tortuosa carretera por la que se acercan los protagonistas, clara premonición de que el mal les aguarda (Jeepers Creepers); la huída de Bárbara (La Matanza de Texas, Viernes 13); la evolución psicológica de la protagonista (Scream); el camión rodeado de “esas cosas” hambrientas de vísceras (las que les compraron al carnicero); la explosión que se refleja en los rostros de los actores (el debutante y el productor); los primeros planos que se ruedan cámara en mano, paradigmas de los hechos que se desatan con posterioridad (impresionantes los que reproducen el receptor de radio, la lápida, el surtidor de gasolina).

Con un trasfondo político de ácida crítica contra la carrera de armamento nuclear, un derroche insólito de imaginación, inteligentes diálogos, y un guión de composición extraordinaria que advierte de las consecuencias que se derivan de la intromisión en guerras ajenas, (“Los difuntos, por muy queridos que sean, prescindirán de funeral, al no ser más que carne muerta y peligrosa”), La Noche de Los Muertos Vivientes es un excelente ejemplo de cómo crear miedos sin medios, mientras la historia continúa bajo los títulos de crédito...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues te contesto encantado a esta critica de un film en mi opinion mitica con el merito de haber sido rodada en escasas condiciones,algo parecido a Tobe Hooper con La matanza de Texas o seguramente Wes Craven con La ultima casa a la izquierda.Lo que está claro es que aunque Romero haya proseguido su trilogia zombica,mas o menos estropeada con un titulo reciente;La tierra de...,la carrera de Romero es tirando a irregular,claro que si hablamos de Tobe Hooper,aun es peor.
Solo vale fijarse en esta opera prima en blanco y negro y la pelicula que cité antes de La tierra de los muertos vivientes,con Asia Argento haciendose una vez mas la chica dura y sexy y Dennis Hopper,eternamente villano por culpa y gracia del gran Lynch.Y mas te diria sobre ella pero espero que disfrutes con lo que aqui señalé.Hasta pronto!