viernes, 25 de mayo de 2007

TRUMAN CAPOTE.



Las investigaciones del escritor Truman Capote realizadas a lo largo de cinco años y cinco meses de su vida, destinadas a la elaboración de su “novela de no ficción” A Sangre Fría, constituyen la base argumental de la primera y única película de Bennett Miller, un atractivo director de anuncios publicitarios.
Este trabajo obtuvo cinco nominaciones a los Oscar de la edición de 2.005, entre ellas, las referentes a mejor director y mejor película, y satisfizo a crítica y público unánimemente. El secreto de su éxito reside en una esmerada dirección, coronada por una interpretación memorable: la del actor protagonista, que la convierten en una película, sencillamente, cautivadora.
POLÉMICA Y GENIALIDAD

Truman Capote, el escritor estadounidense considerado por muchos como uno de los Grandes de las Letras, no sólo legó a la Humanidad su Obra, cuya lectura siempre es apasionante, (y es que en él lo increíble no es lo que contaba, lo sublime es cómo lo hacía), sino también una de las personalidades más fascinantes del siglo XX. Un claro ejemplo del personaje que supera y sobrevive al ser de carne y hueso.

Entre las muchas genialidades con las que nos obsequió, se encuentran las famosas cartas que, desde diversos puntos del planeta, dirigió a sus amigos, y en las que calificaba a Marilyn como “una criatura pura y angelical”; a Montgomery como “un amigo especial”; o al mismísimo T. Williams (enemigo a ratos), como “un columnista carente de dignidad”.

El escritor, que no dudó en definir el guión de la aclamada “De aquí a la eternidad”, como “la misma caca de vaca de siempre”; que permaneció impasible ante el éxito profesional de su mejor amiga, autora de “Matar a un ruiseñor”; y que sostuvo hasta el fin de sus días que “Audrey era perfecta, pero inadecuada para Desayunar con Diamantes”, fue, a lo largo de su vida, el alma de las estrafalarias fiestas del mundo Hollywoodiense, y el adalid de los círculos literarios de su época.

Pero, ¿Quién fue Truman Capote, en realidad?

Según se desprende de la historia contada por Bennett Miller: o un egoísta indolente, o una persona dotada de una extrema sensibilidad, sólo superada por su mitomanía,
[“Nadie ha habido en este mundo como yo, y nadie habrá cuando yo me haya ido”], escribió poco antes de su muerte, ocurrida en 1.984; o ambas cosas. La cara y la cruz de una personalidad perfectamente captada y mostrada por el director de la cinta, quien no dejará de lanzar todo tipo de preguntas indirectas al espectador:

¿Qué motivos impulsaron al escritor a permanecer al lado de dos asesinos confesos, y a conseguirles una apelación federal?
¿Su don de empatía con uno de ellos?
¿Su extrema sensibilidad y debilidad por las causas perdidas?
¿La gran humanidad de la que pudo hacer gala a lo largo de su vida? ¿El egoísmo más absoluto, alimentado por el afán de crear un nuevo género literario?
Tanto los defensores como los detractores del autor de “A Sangre Fría”, encontrarán en esta película argumentos irrefutables para sostener sus teorías; y es que la genialidad y la polémica, --ésos términos eternamente inseparables que rodearon la obra y la vida del famoso literato--, se dan cita en “Truman Capote”, una película especialmente diseñada para satisfacer a los más exigentes.

No hay comentarios: