miércoles, 19 de marzo de 2008

EN EL PUNTO DE MIRA

Insultante cúmulo de desatinos y desvaríos en un particular día de la marmota en el que, hasta en seis ocasiones, se rebobina la acción para ofrecer el mismo metraje. Una película que no funciona ni como mero artículo de entretenimiento.



FICHA DE LA PELÍCULA
TITULO ORIGINAL Vantage Point
AÑO 2008
DURACIÓN 90 min.
PAÍS USA
DIRECTOR Pete Travis
GUIÓN Barry Levy
MÚSICA Atli Örvarsson
FOTOGRAFÍA Amir M. Mokri
REPARTO Dennis Quaid, Matthew Fox, William Hurt, Forest Whitaker, Sigourney Weaver, Eduardo Noriega, Saïd Taghmaoui, Edgar Ramirez, Zoe Saldana, Richard T. Jones, Rocío Verdejo
PRODUCTORA Columbia Pictures
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Desde que Don Rodrígo Díaz Charlton Heston de Vivar, desoyendo el asesoramiento de Don Ramón Menéndez Pidal y bajo las órdenes de Anthony Mann, tomara la plaza de Valencia “para el rey de España”, miedo da cada vez que las pretensiones americanas, con esa perspectiva que les da la distancia, aterrorizan y aterrizan en territorio hispano. Más cercana en la memoria cinéfila se encuentra la segunda Misión Imposible de Ethan-Cruise que, haciendo coincidir las fallas en la Semana Santa de Sevilla, no dudó en prender fuego a los Pasos de la procesión bajo la atenta mirada de las falleras que, entusiasmadas, saludaban desde el balcón del consistorio. Creo que eso fue antes de que los guionistas plagiaran (escena de carrera de caballos incluida) el mítico argumento de Encadenados de Alfred Hitchcock.

En esta ocasión, los resultados no tenían por qué ser diferentes, pero tampoco tan indignantes, y es que los responsables de esta cinta parecen desconocer un par de aspectos fundamentales que a los demás nos resultan demasiado evidentes.
En primer lugar, todavía está presente en el ánimo de los españoles el momento amargo en el que Madrid se queda sin Olimpiadas, según las malas lenguas, por culpa de cierto honorable miembro del jurado que considera éste un país potencialmente peligroso por la amenaza terrorista, aunque adecuado para que sus sobrinos se pavoneen con la novia de turno en los veranos de Mallorca. Habría que preguntarse cuál es el lugar absolutamente seguro en la actualidad, recordar los Juegos del 72, y llegar a la conclusión de que si hay algo que España no necesita a nivel internacional es este tipo de publicidad sobre atentados que le brinda el cine americano.
Por otra parte, los cinéfilos recordamos el revuelo que se armó en la salas neoyorquinas cuando, sin previo aviso, se insertó un tráiler del United 93 de Paul Greengrass, dado que los ciudadanos “no estaban preparados para aquello”. Entendimos sus motivos, y pedimos el mismo respeto. La película que hoy comentamos se nos ha vendido con el aliciente de contener una reproducción exacta de la emblemática Plaza de Salamanca, pero nadie nos advirtió de que, a lo largo de tres escenas interminables, el sonido de las sirenas de ambulancias españolas sería ensordecedor, el paisaje tras la segunda detonación, desolador, y la policía española tendría que desplegar todos sus efectivos ante una situación de emergencia, mientras la población española yace en el suelo muerta o malherida. Unas secuencias de muy mal gusto, si tenemos en cuenta que llegarán a un país en el que, lamentablemente, no hay que recurrir al cine para ver las consecuencias del terrorismo en sus calles.



Afortunadamente, fácil es pasar de la ofensa a la risa, con un alcalde salmantino que parece haber desertado del ejército de Pancho Villa; con un “sospechoso que se dirige hacia el oeste por las calles interiores” y lo que les tuvo que fastidiar no poder decir eso de “va por la 34 esquina con la 52”; con unas “calles interiores”de cinco carriles que ya las quisiera Barcelona; con un barrio árabe que no se encuentra ni en Córdoba; con las notas de una banda sonora que sitúan la acción en algún lugar de África, y seguimos estando en Salamanca; con esa niña, esa niña....que no se llama Victoria, sino Ana.




Si intentamos –y no es difícil- olvidar que los hechos transcurren en suelo español para realizar un análisis objetivo del filme, nos encontramos con un argumento simplista que se podría haber desarrollado en no más de veintitrés minutos.
La idea de mostrar un mismo suceso desde diferentes puntos de vista, aunque no es original, sí que es sumamente interesante si en su ejecución se observa la incorporación de alguna genialidad en el montaje, de escenas que se superponen, puntos de mira que se complementan, diálogos que se entrelazan y permiten que el espectador, por sí mismo, pueda recomponer las piezas de un supuesto puzzle que no es tal.
Pero nada de todo está presente en la película, reduciéndose el misterio a un insistente rebobinar de la acción para ofrecer el mismo metraje. La exposición es mareante; las conversaciones que proceden de informadores, controladores, teléfonos y transeúntes se atropellan entre sí: los retimes (cámara lenta) que recogen el encuentro entre los distintos personajes son irrisorios; el momento “Sangre y Arena” en el que un policía-torero entra en la plaza, con la cabeza en otro lugar por culpa de una mala mujer, esperpéntico. No avanza la acción, y cuando se decide contar la historia, el espectador está tan hastiado que, curiosamente, lo único que espera es un próximo rebobinado vertiginoso que le devuelva a las doce del mediodía.




Por lo demás, Pete Travis, saciada su obsesión con los atentados, se limita a introducir todos los tópicos de los telefilmes que dirige: el trauma sufrido por un guardaespaldas con un impagable ángel de la guarda, el coche azul que de qué estará hecho para no sufrir ni una abolladura, “El Turista Accidental” que protagoniza una de esas acciones individuales que tanto les gustan, el pte que es mucho pte y no necesita salvadores, el águila en marcha.....

Como dirían en mi Tierra, ¡lástima de cuartos!, y lástima de que actores como William Hurt o Sigourney Weaver se vean involucrados en este tipo de proyectos, que se antojan más de la talla de un Eduardo Noriega que sólo convence cuando se desnuda frente a alguna bebida refrescante de extractos.

Leer critica de En el punto de mira en Muchocine.net

13 comentarios:

Ivan dijo...

He visto opiniones muy diversas sobre la película, incluso a nivel críticas, lo que me parece significativo, es que incluso en las mejores, la califican de simple entretenimiento, con lo cual, probablemente, esté todo dicho. Ya la veré en dvd, paso de ir al cine a verla.
Saludos!!

Möbius el Crononauta dijo...

Mientras entretenga... que ya veremos si lo hace. A lo mejor en un día de resaca le doy una oportunidad.

Haya o no atentados de por medio, creo que pocas veces Hollywood ha dado buena publicidad a España o cualquier otro país que ubiquen por los Trópicos o así. En todo caso, ¡El Cid era al menos un héroe! Y era Charlton Heston, nada menos. Y de Heston a Noriega... bueno, no sigo que me dan ganas de llorar.

Andres Pons dijo...

Mala, MAla, MAla.

Quitando una persecución de coches más o menos lograda lo demás apesta.

bones dijo...

Tiene buena pinta esta pelicula me parece interesante. !Y encima es rodada en españa!


visita mi blog con el video del canina exclusivo.

BUDOKAN dijo...

Hola, vamos a ver que nos trae este film, luego de leer tu crítica. Creo que es de los que generan polémicas divididas entre buenos y malos. Saludos!

Anónimo dijo...

Con esta crítica recuperamos a la Bruji "destructiva", sin pelos en la lengua y que llama a las cosas por su nombre, la Bruji que me gusta a mi. Me ha entretenido mas tu crítica que la película que es mala, mala, mala.
Saludos!

Alazne González dijo...

Lo único que he visto de Travis es Omagh, y me gustó, muy a lo Greengrass (director que me gusta mucho).

Ays, desde que vi el traile y vi que aocntecía en España ya me dio un zuzto. Y es que los americanos no saben ni cual es la capital de Francia, así que como para conocer los pormenores de nuestra nutrida cultura. Que no es lo mismo Córdoba que Madrid. Y madrid no es Vigo.

Que no somos un país homogéneo, sino heterogéneo, donde, pro suerte, cada ciudad se distingue no sólo por su acento, sino por su arquitectura.

en fin. no perderé el tiempo, aunque me esperaba más de travis, porque omagh me gustó

M.I. dijo...

Ay, qué mala que estoy. Vuelvo de vacaciones hecha un trapo... "no siento las piernas", jajajaja.

Por cierto, Iván, bonita fotografía, te favorece y te dota de cierta respetabilidad... que no, que es broma, que tú eres mucho más guapo, ¡muaks!

Ay, möbius, yo no te recomiendo esta película en un día de resaca. Ten en cuenta que hay un momento en el que todo se rebobina: las grabaciones de un video-aficinado, los equipos de tv, el propio metraje de la película (que es todo lo mismo), y te harían vomitar, jajajaja.

Totalmente de acuerdo, Sr. Pons, es mala, mala, mala... de coj...

Y no, Bones, hijo mío, no está rodada en España, sino en algún lugar de México, de cuyo nombre no es que no quiera acordarme, es que no lo sé porque me negué a leerme las "notas de producción" de esa cosa llamada En el Punto de Mira.

La Bruji "destructiva", Iván, fue la Bruji que salió del cine como Terminator por el mal humor en el que me sumió este cúmulo de -con perdón- gilipolleces que componen la película.

Yo también vi la primera peli de Travis, nano, en la que ya está presente la obsesión de este hombre por los atentados, pero que, afortunadamente, poco tiene que ver a nivel cinematográfico con ésta.

Y a mi amigo argentino, experto en cine clásico, le voy a dedicar una canción:
Quema, quema, tu nombre quema mi voz
Buenos Aires me dolió
Pienso tanto en ti
En mis recuerdos suavecitos
Pero se irá, pero se irá, pero se irá....
Aquella sensación
Llega, llego soledad
Déjame señar
Con tu amargo de a sorbitos
Que hoy tengo porteño el corazón

Anónimo dijo...

Pues yo he vuelto de mis "Vacaciones en Roma" hecha un lirio, visité los lugares que me dijiste, metí la manita en la bocca della veritá y me enamoré de un compatriota, o casi compatriota jeje

M.I. dijo...

Jajajaja, pa mí que te has enamorado de un italiano, ¡y eso es pernicioso!, ¿es que no te acuerdas de lo que le pasa a la pobre chica de "Más allá del Amor" de Delmer Daves?, ¿es que no te acuerdas de lo mal que lo pasa Diana en "Bajo el Sol de la Toscana"?

Hablando de Roma, y al hilo de lo que yo comentaba en esta crítica y que ha secundado Möbius, ¿os acordáis de Espartaco de Kubrick?. Se habla en más de diez ocasiones de Italia: Espartaco es el general de los esclavos de Italia, Tenemos que huir de Italia en los barcos de los piratas, Se han sublevado los gladiadores de Italia, Nos han perseguido por toda Italia... cuando Italia no existiría hasta muchos siglos después.

No creo que sea por una cuestión de incultura (que se trata de Kubrick) sino por un aspecto meramente comercial, como dijo Plissken. Hablar de España o de Italia "vende" más que hablar de Roma o de Castilla... aunque a los europeos no nos guste ese atropello histórico.

Antes de Semana Santa, un amigo cinéfilo me hablaba de que "no existe la película perfecta", y de que ni siquiera Espartado lo es. Por supuesto, yo le contradije, y es ahora (en la vez número 801 que veo la película) cuando me doy cuenta de esta imperfección dentro de la pefección más absoluta.

Me alegro de que vuelvas contenta de tus vacaciones romanas, Silvia.

Iñaki dijo...

¡¡Qué coño pinta la niña ahí!! Sólo faltaba que llevara un cachorrito de perro...

Anónimo dijo...

En Misión imposible se veían muchos coches Seat Ronda y Seat Fura (small cars)en Sevilla

Anónimo dijo...

Heston (q.e.p.d.)amaba y entendía España