lunes, 23 de febrero de 2009

UNA PRESENCIA NECESARIA




"A quien Dios se la da, que San Pedro se la bendiga".
No es momento de polemizar sobre si éste es -o no- un Oscar merecido; sobre todo si tenemos en cuenta que Hollywood siempre ha sido reacio a conceder su máximo galardón a demasiados directores, actores y productores que, a lo largo de la historia y según la opinición generalizada de la crítica mundial, sí que lo merecían.
Tampoco es momento para entrar en arduos debates orientados a determinar si la discreta actuación de Penélope en la película de Allen, supera la soberbia interpretativa de Viola Davis, el desparpajo natural de Amy Adams o la efectividad de una siempre resultona Marisa Tomei. Ni siquiera es tiempo de emprender un discurso demagógico que realce las múltiples virtudes de una cantera de buenas actrices españolas en las que la Meca del Cine nunca se fijará.
Por el contrario, es preciso saber y pensar que la de Penélope Cruz en Hollywood es una de esas "presencias necesarias" que vienen a cubrir la nostalgia de su época de máximo esplendor; y apuntar hacia el "cinéfilo culpable" que supo ver en ella esa proyección.
No son en vano, por lo tanto, esas "gracias a mi amigo Pedro Almodóvar" que, emocionada, pronunciaba la actriz. En su faceta de director clásico y cinéfilo -aspectos que nunca le reconocerá un gran sector de la crítica española- el manchego sabe resucitar la fuerza de las heroínas del neorrealismo italino para completar el personaje de su Raimunda de Volver. Por si el mensaje no fuera captado en el otro lado del Atlántico, hasta se permite realizar una réplica perfeta de Sophia Loren en sus mejores tiempos; perfil de mujer que, aun teniendo el registro lingüístico de cualquier manchega, no se corresponde con la apariencia física de ninguna en pleno siglo XXI.
Hollywood, sobre todo en un año en el que reivindica -como en su época dorada- que sólo con un buen guión se hace una buena película; también añoraba la presencia de una actriz europea de carácter latino, y Pedro Almodóvar la proporcionó. Motivos ambos que han de ser orgullo para los cinéfilos patrios.